Que nadie jamás te muestre una jaula de oro que no existe y
siempre puedas discernir entre los que te aman de verdad de los que no y aún
así puedas perdonarlos...
Nunca olvides que gozas de libre albedrío; que para cumplir ciertas misiones, debemos aprender antes las lecciones de la vida, a veces con dolor, otras con alegría, pero siempre se harán presente en tu vida. Seres maravillosos que estarán ansiosos de estar a tu lado...