Cuando tú ves en mi, la misma luz que yo veo en ti. ya no
somos dos sino uno.
Cuando compartes conmigo lo que tú vienes a enseñar al mundo
y yo comparto contigo lo que yo vengo a enseñar,
no nos dividimos, sino que nos unimos en un complemento
perfecto
de enriquecedoras aportaciones que nos hacen más
completos
y seguimos siendo uno.
Si nuestras luces se
unen, su potencia y vibración será mucho mayor
para seguir alumbrando al mundo y poder anclar la
luz del Cielo en la Tierra.
Encontrado en la red