Queridos padres:
Lo sé. Estáis preocupados. Cada día, vuestro hijo llega con
una historia sobre ESE niño. El que está siempre golpeando, empujando,
pellizcando, molestando, quizás incluso mordiendo a otros niños. El que siempre
va de mi mano en la fila. El que tiene un lugar especial en la alfombra, y a
veces se sienta en una silla en vez de en el suelo. El que tuvo que dejar de
jugar con bloques porque los bloques no son para lanzar.